Los consumidores estadounidenses demanda cada vez más prendas livianas, que no ocupen mucho espacio y que se puedan usar tanto en ambientes externos como al interior de edificaciones sin generar excesos de calor o de frío.
Por lo tanto, se estaría lentamente dejando de usar abrigos y vestimentas pesadas que generan un calor excesivo e incomodan moverse con facilidad. Esta nueva tendencia explica por tanto el desarrollo de nuevas fibras textiles, mezclas y telas con performances especiales.
También debe considerarse otros fenómenos externos como es el efecto del cambio climático, que determina que cada vez haya menos días con frío extremo, mientras que el verano cada vez es más intenso y tiene mayor duración en Estados Unidos.
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